
Hoy no habrá cena, chicos.
Ya era la hora de la cena, pero él no llegaba a casa. Su mujer movió la cabeza de un lado al otro, nerviosa. Luego les echó un vistazo a los niños, que jugaban afuera. Ellos estaban muy despreocupados, ocupados en perseguirse mutuamente. Se escondían en los arbustos, se refugiaban detrás de los árboles y corrían de aquí allá, sin prestarle atención a nada más. … Continúa leyendo Hoy no habrá cena, chicos.